6/06/2007

Top secret

La actualidad de los acontecimientos que suceden a diario no se publica, vivimos en la aparente normalidad de una realidad virtual. Si al conocer la existencia del club Bilderberg descubrimos que un gobierno suprainternacional nos dirigía, a pequeña escala sucede lo mismo en nuestra vida diaria. La información que se publica en los medios de comunicación no es la veraz, sino la que interesa publicar en cada momento. A la libertad dirigida no se la deja caminar sola. La apariencia debe ser democrática, aunque quien atrapa las riendas del poder no las suelta durante décadas.
Hagan la prueba: atrévanse con la lista de los «intocables», un pequeño grupo de grandes empresas y personas contra las cuales es imposible publicar información crítica alguna. El boicot y la censura es el único lenguaje que practican y su periodismo libre es en realidad la verdad maquillada en sus oficinas de prensa. A pesar de ello, necesitan utilizar a los ciudadanos cada cuatro años para simular una apariencia de normalidad en las llamadas elecciones, dirigidas por millones de euros en dinero público para no tener sorpresas con los resultados. Si un brutal atentado no las tuerce, el próximo lunes 28 todo seguirá atado y bien atado.